Los
trigales y cebadas le imprimen un dorado que juegan con el sol y el viento,
dando la impresión de un manto dorado.
Al
ocultarse el sol ofrece un espectáculo peculiar, el celaje indescriptible.
Las
noches son estrelladas con un cielo límpido impresionante. Nada como respirar
su aire limpio, observando las constelaciones.
En
consecuencia a este clima ideal son los cultivos de flores para exportación,
miel y sus derivados muy codiciadas por países de Europa, como resultado de la
fruticultura tenemos producción local artesanal de conservas.
Caraz
tiene vida propia y casi todo es producido por la buena tierra.
Nenhum comentário:
Postar um comentário