(Foto: Ofelia Elisa Torres Morales)
Aqui estamos después de unos días de remanso en este bello Brasil, ya reconfortado de algunas heridas y recompensado de otras.
En primero lugar, quiero agradecer a Dios y a mi familia que me ha
dado la mano para salir triunfante del atolladero, ya que atravieso un difícil
momento de salud. Eso fue ayer. Hoy, empezamos el mañana porque las fronteras
se abren intelectualmente. Estaremos de vuelta en breve a tierras peruanas para
seguir bebiendo dulces aguas. Vine aquí, urgente, por las llamadas de mis hijas
Ana Emilia y Ofelia Elisa, con apoyo de mi querida esposa Carmen, las cuales, preocupadas
con mi salud, propusieron realizar tratamiento médico especializado en el
Brasil, el cual está teniendo resultados positivos. Hasta el gobierno brasileño
nos está respaldando en ese sentido.
Les cuento. Pulsa el mensajero insistente. Salí corriendo a ver
quien era el que tocaba el timbre. Oh! Que sorpresa! Era el mensajero que nos
traía las noticias en el periódico. Para los parientes, en especial a mí, tengo
que dar gracias a Dios porque es un regalo que llega a tiempo. Quiero decir,
llega a curar heridas. Las noticias en el periódico registraban los
nombramientos de mis hijas en prestigiadas universidades brasileñas. Ana
Emilia, médica infectologista, doctora em clínica médica por la Universidade
Estadual de Campinas – UNICAMP, en São Paulo, y Ofelia Elisa, comunicadora
social, doctora en periodismo por la Universidad de São Paulo, en São Paulo.
Siguiendo los pasos del bisabuelito Celso Victor Torres, ellas
están luchando y consiguiendo un espacio en tierras extranjeras, con trabajo,
determinación y fe en Dios. Mis hijas, Ana Emilia Torres Morales y Ofelia Elisa
Torres Morales, viven en Brasil hace 24 años. Las dos son profesionales, médica
y periodista, y con esfuerzo y coraje, son profesoras universitarias en sus
respectivas áreas y ejercen su profesión de forma digna y con mucho trabajo y
dedicación.
Estoy muy contento con los logros de mis hijas. Son mi orgullo.
Siguen los pasos del célebre tradicionalista Don Celso Victor Torres, pues, lo
que se hereda no se hurta.
Antes de bajar el telón, yo quiero dejar un mensaje "Vía Astral" a mi querido abuelito Celso, a mi singular hijita Margarita y a mi querido Carlos Zavaleta: mil gracias, siempre pienso en Uds.".
Gracias Brasil!
Antes de bajar el telón, yo quiero dejar un mensaje "Vía Astral" a mi querido abuelito Celso, a mi singular hijita Margarita y a mi querido Carlos Zavaleta: mil gracias, siempre pienso en Uds.".
Gracias Brasil!
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